Toda la habitación era soleada y elegante y tenía una caja fuerte privada, una nevera, una plancha y tabla de planchar. La cama en la que dormí era super cómoda. El servicio era de primera categoría y la comida era deliciosa. La ubicación, a poca distancia del Distrito Histórico del SoHo fue brillante. Encima, estaba lo suficientemente cerca de varios lugares, como subterraneo y muchos restaurantes.

El hotel boutique fabuloso era fantástico. La habitación era moderna y compacta y los servicios incluían un minibar, una caja fuerte, una plancha y tabla de planchar. El baño privado era lujoso. En el centro de la ciudad, muy cómodo. En la calle de enfrente había una boutique y una tienda. Me ha gustado mogollón mi estancia y regresaré...

las habitaciones con todos los servicios, un dormitorio y también un magnífico desayuno. un desayuno complementario y delicioso con pasteles y café bajo solicitud.

Una habitación sorprendentemente nueva con una terraza, un personal muy atento y también hospitalario. El patio es ideal para un desayuno:)))

La ubicación del hotel Broome es perfecta. Está en pleno centro de Manhattan, en el sofisticado barrio de SOHO. Se puede llegar fácilmente a pie a muchos lugares de interés turístico, y si es necesario, el metro está muy cerca. Por la noche, la zona es animada y ofrece una gran variedad de restaurantes y bares de moda. El hotel en sí es encantador, con un ambiente europeo y un trato personalizado. El desayuno incluido es delicioso y se sirve en un acogedor salón con estilo francés. La decoración moderna y de buen gusto hace que la estancia sea aún más agradable. En resumen, el hotel Broome es una opción boutique increíble para disfrutar de unos días en Nueva York.

No me puedo quejar de nada 😊

El hotel se encuentra en una ubicación muy conveniente, cerca de todo y en una zona muy bonita. Además, está cercana al metro, lo que facilita el transporte por la ciudad. Las habitaciones son bonitas y confortables, con una cama muy cómoda. El personal del hotel es amable y servicial, y el desayuno ofrece productos de muy buena calidad.

El tamaño de las habitaciones es un poco pequeño, lo que puede ser incómodo para aquellos que viajan con mucho equipaje.

El personal del hotel Broome es extremadamente atento. Me encantaron los huevos pasados por agua con sal de trufa que hacen en el desayuno. El señor que los prepara fue tan amable que se ofreció a conseguirme sal de trufa. Además, la ubicación del hotel en el soho es perfecta, con dos líneas de subte muy cercanas. El hotel tiene un concepto boutique con trato personalizado, una decoración moderna y un ambiente agradable. La habitación era silenciosa, con una bonita decoración y un armario cómodo. La atención del personal fue amable y cordial durante toda nuestra estadía.

Todo estuvo perfecto 👌